Aves de casa: el ITESO como un santuario para mirar el cielo
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Aves de casa: el ITESO como un santuario para mirar el cielo
Detrás del bullicio de la ciudad, el ITESO guarda un secreto: un centenar de especies de aves conviven en sus jardines. “Aves de casa”, una de las novedades editoriales que se presentarán en la FIL, invita a descubrirlas y a reconciliar la vida urbana con la naturaleza.
Óliver Zazueta
Junto al Periférico, donde el concreto parece imponerse sobre la vida, hay un lugar que late distinto. El ITESO, con sus 49 hectáreas de áreas verdes, es más que un campus universitario: es un oasis donde la naturaleza resiste y se reinventa.
Allí, entre eucaliptos, pinos, fresnos y guamúchiles; entre araucarias y jardines diseñados con intención, vuelan 103 especies de aves. Algunas diminutas, como colibríes que desafían la distancia; otras majestuosas, como buitres que se posan en los barandales. Todas ellas son protagonistas de¿Aves de casa, libro que se presentará en el marco de la FIL Guadalajara y que contribuye a renovar la forma como vemos nuestro entorno.
La historia de este proyecto comenzó hace más de una década, cuando un grupo de entusiastas empezó a registrar las aves que visitaban el campus. En 2012, una página web alojaba las primeras fotografías y fichas descriptivas, recuerdan Maya Viesca, directora del Centro de Promoción Cultural, y Juan Gabriel Morales, biólogo y uno de los responsables de los jardines del ITESO, dos de los impulsores de este proyecto.
Pero fue la pandemia, con su silencio humano y su bullicio de naturaleza, la que devolvió el impulso. "El campus se desertificó de humanos y se redensificó de especies", explica Viesca. Fue entonces cuando César Vera, estudiante que hizo un riguroso censo, capturó imágenes que hoy son parte esencial del libro. "Decidimos que esto no podía quedarse en una carpeta", dice Morales.
El resultado es un libro que se resiste a ser sólo institucional o técnico. "Queríamos hacer una propuesta de comunicación de la ciencia que apelara a cualquier persona que tenga la capacidad de mirar al cielo", dice Viesca. Por eso, aunque el ITESO es el punto de partida, la obra se abre como una ventana hacia cualquier jardín, camellón o predio urbano. Porque las aves están ahí, esperando ser vistas.
El capitulado del libro refleja esa intención: comienza con la contemplación, esa actitud que no solo es estética, sino espiritual. Luego aborda la relación entre sujetos y comunidades —humanas y no humanas—, y se adentra en los espacios, esos oasis creados por el hombre que demuestran que es posible incidir positivamente en los ecosistemas.
"Me encanta esta idea de¿‘asalvajar’¿las ciudades. De instalar lógicas más biocéntricas, con la vida al centro. No hablamos solo de las personas, hablamos de los sujetos, incorporando a las aves, por supuesto. Nos importaba hablar de esta relación, no separarnos sino vincularnos", añade.
Aves de casa también refleja el movimiento. Las aves no tienen domicilio fijo, migran, se desplazan, aparecen y desaparecen. El libro invita a observarlas en distintas horas del día y estaciones del año, a descubrir cómo cambia su comportamiento con la luz y el tiempo.
Lo anterior lo hace con imágenes registradas en el ITESO, en el predio de esta casa de estudios en el Bosque La Primavera y en la Casa ITESO Clavigero. Son fotografías tomadas por la comunidad universitaria y acompañadas de ilustración científica.
"El 100 por ciento de las imágenes son nuestras", dice Morales. Muchas de las fotos fueron obtenidas por académicos, pero también por estudiantes participantes en concursos de la institución.
La obra enlaza con repositorios como naturalista.mx —dentro de este espacio hay un sitio dedicado a la biodiversidad del ITESO— y xeno-canto, espacios de ciencia ciudadana relacionados con vida salvaje.
Los números impresionan: en el mundo hay más de 10 mil especies de aves; México alberga unas mil 100, lo que lo coloca en el lugar 11 en diversidad. El Bosque La Primavera, pulmón de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), tiene unas 205 especies. El ITESO, con muchas menos áreas verdes, registra 103.
"Eso dice mucho del entorno en el que estamos", afirma Juan Gabriel. No se trata solo de aves: hay otras especies también. Es un ecosistema complejo que se sostiene en la riqueza arbórea del campus: cerca de 4 mil árboles, con 300 especies distintas. "Tenemos una riqueza no solamente de aves, tenemos registro de una gran diversidad de mamíferos. Hay ardillas, zorrillos, tenemos el registro de una zorra, reptiles, lagartijas, serpientes y tlacuaches, sin duda".
Entre las aves hay sorpresas, por ejemplo, loros en peligro de extinción, como el corona lila y el cabeza amarilla; especies bajo protección especial, como las calandrias y el colorín siete colores; migratorias que llegan desde Canadá y siguen rumbo a Centroamérica; diminutos colibríes que viajan miles de kilómetros, y aves rapaces que se posan en las araucarias.
"Parte de la maravilla es ver cómo conviven las perlitas y los buitres", dice Maya. Y todo esto ocurre mientras caminamos hacia el comedor o la biblioteca, sin levantar la vista.
El subtítulo del libro resume la intención de este trabajo: Una invitación a la contemplación, el conocimiento y las responsabilidades del ITESO. Porque no se trata sólo de mirar, sino de comprender y proteger.
"La expectativa es generar disposición para la contemplación, que es fundamental para la conservación y para nuestra propia paz", explica Maya. "El conocimiento científico está ahí, trabajado con rigor, pero también accesible, abierto a la contribución ciudadana. Y la responsabilidad es compartida: individual y comunitaria. Siempre pensamos que alguien más tiene que hacerlo, pero necesitamos hacerlo juntos".
En tiempos en que la idea de progreso parece chocar con la conservación, este libro propone reconciliación. El asombro llega cuando observamos y ahí germinan las acciones para un futuro más sustentable. Porque levantar la vista no es solo un gesto: es el inicio de una cultura que pone la vida al centro y que llama a mirar el cielo y encontrar, entre ramas y nubes, la posibilidad de otro modo de habitar el mundo.
Agéndalo
Presentación del libro Aves de casa. Una invitación a la contemplación, el conocimiento y las responsabilidades del ITESO.
Sábado 29 de noviembre, a las 17:00 horas.
Stand¿Ibero-ITESO de la FIL (H31 Área Nacional).
Presentan: Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO; Maya Viesca, Juan Gabriel Morales (autores) y Humberto Orozco.
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